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Homenaje a Botvinnik: 3 enseñanzas para los principiantes

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Botvínnik frente a un tablero de ajedrez
MIjaíl Botvínnik frente a tablero de ajedrez

Mijaíl Botvínnik fue el sexto campeón del mundo, uno de los mejores ajedrecistas del siglo XX y, en mi camino de aprendizaje como principiante y aficionado del ajedrez, se ha convertido en uno de mis jugadores favoritos. ¿Por qué este personaje, conocido por su fuerte carácter y su falta de carisma, al punto de que muchos de sus contemporáneos le tenían poca o nada de estima, puede resultar tan encantador? 

Botvínnik, dominó durante 15 años el ajedrez mundial (si bien perdió y recuperó su título en un par de ocasiones) y murió el 05 de mayo de 1995. Es decir, este mes se cumplieron 16 años de su desaparición física. Sin embargo, muchos de los principios que estableció y su aproximación científica al ajedrez siguen tan actuales como en su época. De hecho, el denominado Patriarca fue el primer campeón ruso de la historia, y el dominio que aun disfruta este país en el deporte ciencia (no olvidemos que Ian Nepomniachtchi, campeón ruso, es el próximo retador del título mundial) le debe mucho al genio petersburgués. 

Es muy común que cuando uno, que es principiante, se acerca a la historia del ajedrez, se sienta fascinado por el estilo agresivo y la creatividad combinatoria de algunos de los principales campeones de la historia (yo, por ejemplo, soy un fanático radical de Kasparov). Entre tantos jugadores espectaculares, Botvínnik pasa muchas veces desapercibido. E incluso muchos creen erróneamente que era un jugador pasivo o excesivamente defensivo

Es verdad que su personalidad, tanto dentro como fuera del tablero, contrasta completamente con la de otros jugadores famosos. Botvínnik era un jugador extremadamente disciplinado (y esta es para mí su más importante enseñanza para todos nosotros principiantes), al punto de considerar perezosos a muchos de los jugadores más importantes de su época (incluso tenía esa opinión de Mijaíl Tal). Su rigurosidad y ética de trabajo era legendaria y no me refiero exclusivamente al entrenamiento en ajedrez, sino incluso a su dieta que solo podía considerarse como espartana. 

Botvínnik versus Tal. Año 1960.

Pero su tenacidad (¿ya les comenté que perdió y recuperó su título en 2 ocasiones?) y su ambición hacen de él un jugador fascinante. No solo introdujo conceptos interesantes en la apertura, sino que era un atacante formidable (sobre todo con piezas negras) y un jugador de finales excepcional. 

Siempre se dice que el estudio de los clásicos es fundamental para todo principiante que quiera mejorar su nivel. Y ha sido justamente en este proceso, intentando entender las  partidas de Botvínnik y leyendo sobre su vida, que me sentido fascinado por su estilo de juego y por el legado duradero que dejó

Todo esto me ha llevado a querer rendirle un merecido homenaje, e intentar presentar las que considero son las tres principales enseñanzas que para mí todo principiante debe aprender del Patriarca del ajedrez ruso. 

Enseñanzas en la apertura: Sistema Botvínnik 

Botvínnik versus Capablanca. Encuentro entre los dos estrategas más grandes de la historia.

En tiempos recientes Magnus Carlsen popularizó el Sistema Londres, una apertura con blancas, muy flexible, que se adapta a cualquier tipo de respuesta de las negras, su principal virtud es que es un esquema sólido que, a diferencia de otro tipo de aperturas (como la Española o la defensa Siciliana), no depende de memorizar larguísimas y detalladas líneas de movimientos. 

Pero mucho antes que él, Botvínnik había sido un pionero estableciendo sistemas que revolucionaron la comprensión de las aperturas en ajedrez. El Patriarca solía usar esquemas de juego que permitían a las negras luchar por la iniciativa desde el comienzo (cuando lo más común, en su época, es que el jugador de piezas negras apenas buscase la igualdad) pero también diseñó estructuras sólidas, que le permitían desarrollar su juego ofensivo. 

Uno de los más interesantes aportes fue el sistema Botvínnik en la apertura inglesa que establecía una formación de peones en c4 d3 y e4. (También la jugaba con negras, con formación de peones en c5 d6 y e5). Un esquema sencillo en términos de su elaboración y que tenía como plan la eliminación del alfil rival negro (usualmente defensor del fianchetto del rey) para iniciar un ataque con peones en el flanco de rey. 

Como principiante, la comprensión de estos sistemas de juego (y evitar la memorización) me ha permitido mejorar sustancialmente.

Ideas de Botvínnik para elaborar planes: acumular ventajas.

Otro concepto muy importante, del cual Botvinnik es un gran exponente, es la acumulación de ventajas. Muchos autores, biógrafos y estudiosos de sus partidas, destacan la visión de juego refinada del Patriarca, el cual se iba imponiendo a sus rivales a través de la acumulación de pequeñas ventajas estratégicas que conseguían ahogar y derrumbar psicológicamente al adversario. 

Esta idea es muy importante, como principiante tanto en posiciones cerradas como en posiciones abiertas, a veces es muy difícil identificar qué jugada puede ser la próxima a realizar ¿alguna vez te ha pasado quedarte en blanco mientras esos vitales segundos van pasando?

En ese tipo de posiciones es que las enseñanzas del gran maestro ruso son esenciales: buscar mejorar nuestras piezas, encontrar las mejores casillas, reconocer los patrones estratégicos más importantes de una posición y avanzar sin prisa pero sin pausa hacia el control del tablero, es una herramienta que todo principiante debe poseer.

Botvínnik y la importancia de los finales: el zugzwang. 

Si por algo es conocido Botvinnik es por su maestría a la hora de jugar finales (está en el top 5 de finalistas del IM Leandro Perdomo). El gran maestro petersburgués era capaz de comprender a profundidad las posiciones de cada partida y extraer de ellas los mejores planes. 

Como principiante muchas veces me ha costado entender la importancia de estudiar finales, a veces puedo pasar una tarde entera repitiendo posiciones que, como no aparecen usualmente en mis partidas, las olvido con rapidez. Sin embargo, ver algunas de las sorprendentes victorias de Botvinnik (sobre todo al final de su carrera), imponiéndose en finales que parecían absolutamente perdidos o destinados a ser tablas, ha sido un incentivo muy importante para mí y ha hecho más interesante el estudio de los finales, cambiando los conceptos abstractos por la comprensión de posiciones concretas en partidas emocionantes. 

Una de mis favoritas es la última partida del match por el campeonato mundial de 1951 contra Bronstein (otro portento del ajedrez ruso). Esta partida le permitió retener su título logrando un empate. Pero lo maravilloso fue cómo lo logró. Consiguió poner a Bronstein ¡en dos posiciones de zugzwang en la misma partida!

Primero tras 44. Bg3!! … que le permitía ganar el peón de d5. (Bronstein finalmente decidió sacrificarlo pero le abrió espacio al alfil de casillas blancas)

Y después con 57. Ag5 

Espero que este breve artículo incentive a principiantes a estudiar a clásicos del ajedrez y sobre todo, a Botvinnik que tiene lecciones tanto para atacar como para defender que son vitales a todos los niveles. Y si quieres probar tus capacidades, aquí te dejo una sesión de entranimiento con partidas del Patriarca. 

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