La curva de aprendizaje en ajedrez

NOTA: Este artículo e información ampliada lo encontrarás en el libro El Método Zugzwang.

“Nada en este mundo puede tomar el lugar de la persistencia. El talento no lo hará. Nada es más común que los hombres sin éxito y con talento. Los genios tampoco. Los genios no recompensados es casi un proverbio. La educación tampoco. El mundo está lleno de negligentes educados. La persistencia y determinación son omnipotentes.” Calvin Coolidge.

Una curva de aprendizaje describe el grado de éxito obtenido durante el aprendizaje en el transcurso del tiempo. Es un diagrama en el que el eje horizontal representa el tiempo transcurrido y el eje vertical el número de éxitos alcanzados en ese tiempo.

Cada disciplina tiene su propia curva de aprendizaje, hay disciplinas en las que, por su simplicidad, es muy fácil convertirse en un experto, por ejemplo, en el juego de las damas. Y otras en las que convertirse en un experto lleva toda una vida, o mucho más tiempo, como es el caso del ajedrez. Además, cada curva de aprendizaje es “hija” del alumno y de su tiempo. No todos aprendemos igual ni todos aprendemos siempre igual.

En estos años de práctica y enseñanza, he observado que el aprendizaje en ajedrez, una vez superada la fase inicial de aprender a mover las piezas y no cometer errores garrafales, y haber comprendido y puesto en práctica los elementos esenciales (me refiero a jugadores de entre 1600 y 1900 puntos de ELO) se parece mucho a cómo evoluciona una partida de ajedrez jugada de manera correcta.

Es decir, vamos consiguiendo pequeñas ventajas, o lo que es lo mismo, adquiriendo pequeñas e imperceptibles habilidades, hasta que en un determinado momento esa microventaja, que se ha ido sumando a otra, se manifiesta en el tablero y podemos percibirla. En ese momento contamos con un “colchón” suficientemente cómodo como para jugar nuestra partida con mayor seguridad.

Imaginemos que acabamos de ganar un peón sin ninguna compensación por parte de nuestro rival, la partida se ha decantado a nuestro favor y podemos jugar sobre una base diferente a cuando íbamos en total igualdad. Cuando “ganamos un peón” pedagógicamente hablando sucede algo parecido. Pero hasta ese momento tenemos la impresión de estar igualados, de no ir hacia delante ni hacia detrás, de no notar cambios significativos en nuestro nivel ni en nuestro aprendizaje. Observa los gráficos posteriores.

Comprender esto es muy importante, porque está directamente vinculado con nuestra motivación, y donde esté nuestra motivación pondremos nuestra atención y nuestra energía y, consecuentemente, surgirán nuestros éxitos.

Resumiendo, cuando decidas iniciar una etapa de progreso en ajedrez pasará tiempo hasta que ese aprendizaje se manifieste. Al principio, tendrás la sensación de no estar evolucionando, pero es muy importante que persistas, a pesar de que no notes que tu juego es de mayor calidad o que ganas más partidas. Llegará el momento, 100% seguro, en que tu nivel se verá incrementado y con él tus resultados.

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