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59 años de Kasparov, el «Ogro de Bakú»

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Hoy, 13 de abril, cumple años una de las leyendas vivas más importantes del ajedrez. El temido y, considerado por muchos, mejor jugador de la historia, Gary Kimovitch Kasparov.

Kasparov, nació en 1963, en Bakú la actual Arzebaiyan, aunque como en esa época formaba parte de la Unión Soviética, la nacionalidad de Kasparov es la rusa

El “Ogro de bakú” como se le apodó por su temerario y aplastante estilo de juego, fue el decimotercer campeón del mundo, y durante mucho tiempo ostentó la mejor clasificación mundial de todos los tiempos (Elo de 2820). 

Fue vencedor de la Copa del mundo de 1989, ganó para la URSS o Rusia las Olimpiadas en 1982, 1986, 1988, 1990, 1992, 1994 y 1996, los Campeonatos de Europa de 1980 y 1992 y fue segundo tablero de la URSS en el encuentro de 1984 contra el «resto del mundo», Gari Kasparov lo ha ganado todo.

Kasparov es, en realidad, el nombre rusificado de su madre, Kasparian, que decidió adoptar a la muerte de su padre, Weinstein, cuando sólo tenía siete años.

Madre de Kasparov

Como anécdota en 1975, a los doce años, perdió su primer encuentro, en simultáneas, contra el ex campeón del mundo Anatoli Karpov, inaugurando la rivalidad más intensa del mundo deportivo.

Su entrenador ruso Nikitin, explica en la biografía de su alumno, la manía que éste le tenía al campeón del mundo, Karpov. 

El «Ogro de Bakú» Consiguió en 1976 el título de campeón junior de la URSS, lo que representaba una verdadera hazaña en el primer país ajedrecista del mundo. A los quince años, Gari se clasificó para el Campeonato de la URSS de adultos y quedó en un decente noveno puesto.

En 1979, cuando no tenía más que quince años y ninguna clasificación internacional, fue enviado a disputar el torneo de grandes maestros de Banja Luka, en el que participaba el antiguo campeón del mundo, Petrossian.

En una inusitada hazaña, conquistó el torneo dos puntos por delante sobre el segundo y consiguió su primera nominación de gran maestro. 

En 1982, participó por primera vez en el interzonal de Moscú. Considerado ya a los diecinueve años como el favorito, reveló su gran clase y ganó el torneo. En 1984, Kasparov se enfrentó a Karpov en Moscú, en un encuentro complicado que sería interrumpido antes del final por las autoridades de la FIDE. Se organizó un nuevo encuentro y Kasparov se hizo con la corona.

Reiteró su hazaña en un encuentro de revancha concedido a Karpov, y de nuevo en 1987, también contra Karpov. En este último encuentro, conservó su título tras empatar a 12 puntos, después de haber ganado la última partida.

Un quinto encuentro opuso a Karpov y Kasparov en Nueva York y Lyon en 1990. Kasparov, que quería demostrar su superioridad aplastando a Karpov, tuvo que contentarse con una victoria por el estrecho resultado de 12,5 a 11,5.

Sus otros adversarios para el título mundial, Short y Anand, no podrían superar a Karpov. 

En 1988, Kasparov empezó su ascenso en la clasificación Elo y todo el mundo se preguntaba hasta dónde iba a llegar. Hoy día, la clasificación de los mejores jugadores del mundo no deja de subir, llevándolos a más de 2700, inclusive a los 2800 como Carlsen, Caruana y la nueva estrella ascendente Firouzja; pero, durante mucho tiempo una puntuación elo tan alta solo la detentaba el campeón del mundo.

Alcanzar la marca de Fischer (2785) se consideraba generalmente poco realista. El público ajedrecista no salió de su asombro cuando Kasparov se acercó a ese umbral mítico y lo superó. La apoteosis se produjo cuando sobrepasó la barrera de los 2800 puntos (algo que el actual campeón Carlsen intenta replicar alcanzando los 2900).

Sus adversarios, estupefactos, lo consideraban inalcanzable. El ruso Bareïev, que se encontraba entre los mejores jugadores, llegó a declarar que, con Kasparov, «las piezas se mueven de diferente manera».

Quizá uno de los momentos estelares de su carrera fue la confrontación contra «Deep Blue», que marcó el momento en que finalmente las máquinas superaron las capacidades humanas (al menos a nivel táctico) de comprensión del juego de ajedrez.

 

Su carrera profesional no estuvo exenta de polémicas y confrontaciones contra las autoridades.

En 1993, Kasparov, campeón vigente, y Nigel Short, aspirante al título, decidieron jugar la final al margen de la Federación Internacional y bajo los auspicios de una nueva federación: la Professional Chess Association. La FIDE decretó su exclusión y organizó a su vez un encuentro para designar su propio campeón. 

Kramnik reunificaría los títulos en 2006.

Finalmente, Kasparov dejó el ajedrez profesional en 2005 y entró al mundo político. Pero dejó un duradero legado en el mundo del ajedrez en forma de libros y análisis de calidad insuperable.

1 COMENTARIO

  1. no debe tardar demasiado ya el día en que se demuestre que la fide cedió a presiones «misteriosas» para ANULAR ilegalmente el match a 6 victorias en que karpov iba ganando contundentemente por 5 a 3
    lo cierto es que así como fischer fue vilmente utilizado para contaminar el ajedrez con la hoy evidente paranoia jijunaites contra todo lo que suene a ruso o peor a soviético o a proveniente de ello; igual sus grandes maestros internacionales de esa época fueron en su totalidad tentados a la «disidencia»
    por último lo que parece genialidad desde mi punto de vista es solo su intransigencia rayana en vesania ….. alguna vez ingresó a la federación peruana de ajedrez golpeándose el pecho con los puños mientras gritaba repetida y frenéticamente a voz en cuello: yo soy el rey !!! …. todo un simio

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