Como parte de mi entrenamiento como principiante, me he propuesto realizar la lectura de los principales libros recomendados para quienes se inician en el mundo del ajedrez y buscan mejorar de forma sostenida. 

Tras una revisión de los mejores libros para principiantes (de los cuales dejo acá una recomendación de los 5 mejores), debo comentar que uno de los que más me ha ayudado a mejorar ha sido “Ajedrez lógico jugada a jugada” de Irving Chernov. 

El objetivo del libro es explicar, desde el primer hasta el último movimiento, la lógica que se esconde en las jugadas de los grandes maestros.

Uno de las enseñanzas más importantes del libro es aprender a elaborar ataques contra el enroque. 

A partir de esta lectura, desarrollé una guía de 5 pasos que he empezado a implementar en mis partidas para planificar y ejecutar un ataque contra el enroque y que hasta ahora me ha resultado bastante bien.  

Pero primero lo primero…

¿Qué es el enroque?

El enroque sea en el flanco de rey o de la dama, es una de las posiciones típicas que todos nos vamos a encontrar. 

El enroque es considerado un movimiento especial en ajedrez, ya que es la única ocasión en que dos piezas se mueven de forma simultánea.

Dato curioso: el enroque se introdujo como movimiento en el ajedrez a partir de los siglos XV y XVI, época en que se incluyeron muchos de los cambios que le dieron su forma actual.

El enroque resulta de vital importancia en el juego y tiene dos objetivos. 

El primero es proteger al rey, como sabemos la pieza más importante, retirándolo del centro donde puede ser presa fácil de los ataques y combinaciones del rival. Lo lleva a una casilla más segura, al costado del tablero, y lo protege con una pared de peones y alguna pieza. 

El segundo objetivo es facilitar la entrada en juego y conexión de las torres. Las torres juegan mejor al protegerse mutuamente y con un ataque coordinado. 

Usualmente el enroque se realice del lado del rey porque de ese lado queda más protegido.

El enroque en el flanco de dama tiene el defecto de que el peón de “a” no suele estar tan protegido, por lo cual el desplazamiento del rey hacia ese sector suele ser un movimiento obligado en muchas posiciones. 

Debido a la importancia que tiene este movimiento nos lo vamos a encontrar constantemente en nuestras partidas, por lo cual es esencial saber jugar contra él, lo cual también debe servirnos para ser precavidos cuando seamos nosotros los que debamos proteger nuestro rey. 

Dicho esto, el primer paso para hacer un ataque efectivo en el flanco de rey es…. 

Primer paso. Desarrollar todas las piezas. 

Esto es un principio básico del ajedrez, de las aperturas y de todo ataque exitoso. 

Es fundamental es que nuestras primeras jugadas nos permitan sacar nuestras piezas a las mejores posiciones disponibles, es decir, hacia el centro del tablero donde tienen más movimientos,  les quitan casillas a las piezas rivales y dificultan la coordinación  ofensiva y defensiva del oponente. 

Del mismo modo, un error típico es comenzar el ataque sin las suficientes piezas. A veces solo llevamos uno o dos atacantes, cuando, lo deseable es que todas o, al menos, la mayor parte de las piezas se involucren y estén coordinadas para ¡atacar la posición enemiga!. 

Muchas posiciones de ataque pueden perderse por no tener coordinadas suficientes piezas. 

En el primer ejemplo del libro, Chernev muestra como las blancas pierden tiempos en un ataque mal planificado, intentando atrapar al alfil negro, mientras retrasan su desarrollo, situación que es aprovechada por Teichmann para ejecutar un ataque sobre su enroque.

Segundo paso. Valorar el enroque del rival. 

El ajedrez no se puede jugar nunca de forma automática. 

Incluso principios tan importantes como enrocarse deben ser evaluados siempre, tomando en consideración la posición específica que se juega. 

Por tanto es indispensable que se verifique el momento adecuado para enrocarse, porque a pesar de ser un movimiento típico en la apertura, no siempre es un buen momento para enrocar. 

Saber identificar esto en nuestro juego y en el de nuestro rival es fundamental para llevar adelante al ataque. Y nos puede permitir aprovechar el juego no meditado de nuestro contrincante. 

Así ocurre en la sexta partida reseñada por Chernev, en que el enroque prematuro y el descuido del centro dan grandes oportunidades a las negras.

Tercer paso. Atención a los movimientos de peón. 

Muchas veces los rivales (o nosotros mismos) son descuidados con los movimientos de los peones. 

Engañados por la idea de que el peón es la pieza de menor valor, no perciben que la defensa de su posición está estrechamente ligada a las estructuras de sus peones, a las posiciones que ocupan y las casillas que protegen. 

Como muchos grandes maestros han señalado, el hecho de que los peones sean la única pieza que no puede retroceder, implica que cada movimiento que se hace con ellos produce debilidades permanentes en la posición. 

Esto es mucho más importante en el caso del enroque. En cuanto alguno de los peones de la posición defensiva rival se mueve, deja debilidades que deben ser aprovechadas por nuestro ataque. 

A veces nuestro rival es descuidado al mover sus peones, pero cuando es cuidadoso, debemos ser nosotros los que nos apresuremos a incentivar esos movimientos que debiliten su posición. 

Así ocurre en la siguiente partida, en que el blanco provoca movimientos de los peones del enroque enemigo para debilitar la posición e imponer su ataque.

Cuarto paso. Eliminar o desviar la pieza defensora. 

El otro elemento a tomar en consideración cuando se realiza un ataque en el enroque es la pieza defensora. 

Mientras una pieza, usualmente el caballo o el alfil, se encuentra protegiendo el enroque del rival, la posibilidad de llevar un ataque con exito se reducen de forma significativa, por eso, al preparar nuestro asalto, un paso importante es eliminar o desviar la defensa del monarca rival. 

Esto nos lo ejemplifica Chernev en la siguiente partida en que se logra alejar al caballo defensor para llevar adelante el ataque en el fuerte del rey blanco.

Quinto paso. Calcula las respuestas del rival

Un principio que Chernev desarrolla a lo largo del libro y que muchas veces como principiantes olvidamos, es la importancia de valorar las opciones del rival.

Nunca debemos jugar sin atender los planes ofensivos y defensivos del rival. 

Muchos de los errores más graves en ajedrez ocurren porque nos emocionamos tanto con nuestra posición y nuestros planes que olvidamos por completo las posibles respuesta de nuestro contrincante. 

Seguir esos 5 pasos me han permitido mejorar mucho mis ataques.

¿Qué pasos sigues tú cuando planificas un ataque?