El prodigio argentino sigue deslumbrando
Faustino Oro continúa marcando hitos cada vez que se sienta delante de un tablero de ajedrez. Este pasado jueves, durante el Campeonato Continental Absoluto de Ajedrez de América en Medellín, Colombia, el joven prodigio empató con el peruano Diego Flores Quillas, Maestro Internacional (MI). Con este resultado, mantuvo su racha invicta en el torneo y acumuló 6,5 puntos de 9 posibles, alcanzando así su segunda norma de Maestro Internacional.
Este logro es un paso más en la increíble carrera de este niño, nacido el 14 de octubre de 2013 en el barrio porteño de San Cristóbal. Faustino Oro está a punto de convertirse en el maestro internacional más joven de la historia, un récord actualmente en manos del estadounidense Abhimanyu Mishra, quien lo logró a los 10 años, 9 meses y 3 días.
Faustino, que se mudó a España con sus padres para mejorar su entorno competitivo, tiene un mes y medio por delante para obtener la tercera norma necesaria y destronar a Mishra. Con 10 años, 7 meses y 16 días, el tiempo corre a su favor para alcanzar este récord histórico. Lo intentará en Madrid, en el Madrid Chess Festival a partir del 10 de junio del 2024.
¿Un talento innato?
La pregunta de si el talento se hace o se nace ha sido objeto de debate durante mucho tiempo en diversos campos, desde el deporte hasta las artes y las ciencias. Algunos sostienen que el talento innato es el factor determinante, mientras que otros argumentan que el entrenamiento y la práctica pueden cultivar habilidades excepcionales en cualquier individuo. Recuerdo las palabras del Maestro Daniel Elguezabal que decía que hasta 2100 puntos de ELO es posible llegar solo con trabajo. La historia de Faustino Oro, prodigio del ajedrez, ofrece una fascinante ventana para explorar esta cuestión.
Sus primeros entrenadores, Leandro Perdomo y Jorge Rosito, quienes ahora comparten su experiencia en nuestra Escuela de Ajedrez Online, quedaron asombrados desde el primer momento por el talento natural de Faustino. Sus habilidades tácticas superaban con creces las expectativas para alguien de su edad, y su capacidad para analizar profundamente las posiciones era inusualmente avanzada. En sus sesiones de entrenamiento, Faustino demostraba una comprensión del juego que iba más allá de lo que se consideraba normal para un niño.
Sin embargo, es importante destacar que el talento crudo de Faustino no fue suficiente por sí solo. A pesar de su habilidad innata, requería orientación y entrenamiento para pulir y desarrollar su potencial al máximo. Perdomo y Rosito no solo fueron testigos del talento natural de Faustino, sino que también jugaron un papel crucial en su desarrollo.
La relación entre el talento innato y el entrenamiento es compleja y multifacética. Es evidente que Faustino posee una predisposición única hacia el ajedrez, pero el éxito quizás no habría sido posible sin la constancia y la dedicación que ha dedicado a perfeccionar su juego. Esto nos lleva a reflexionar sobre la interacción entre la genética y el ambiente, y cómo ambos contribuyen al desarrollo del talento.
En última instancia, la historia de Faustino Oro nos recuerda que el talento es solo el punto de partida. Lo que realmente importa es cómo se nutre y se cultiva ese talento a lo largo del tiempo. El debate sobre si el talento se hace o se nace puede no tener una respuesta definitiva, pero lo que está claro es que el esfuerzo y la determinación juegan un papel fundamental en el éxito de cualquier persona, independientemente de sus habilidades innatas, tal y como Faustino está demostrando.
El reto del tercer título
Para obtener el título de Maestro Internacional, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) exige la consecución de tres normas. Faustino ya cuenta con dos, y ahora necesita una tercera para oficializar su título. La fecha límite para conseguirla es el 15 de julio, antes de que cumpla los 10 años, 9 meses y 3 días, la misma edad a la que Abhimanyu Mishra estableció el récord en 2019.
Con su segunda norma ya en mano, Faustino Oro está a un paso de hacer historia en el ajedrez. Si consigue la tercera norma a tiempo, no solo se convertirá en el maestro internacional más joven, sino que también demostrará que el futuro del ajedrez tiene un nuevo nombre propio. Con independecia del desenlace, Faustino ya ha ganado.