El día que Fischer derrotó a Spassky y al imperio soviético

¿Sabías que hoy se cumplen 51 años de la primera partida del campeonato del mundo de ajedrez de 1972? ¿El llamado Match del Siglo? Ese fue el inicio de una de las confrontaciones más épicas y simbólicas de la historia de nuestro juego ciencia.

El estadounidense Bobby Fischer se enfrentó al soviético Boris Spassky en una serie de 24 partidas que paralizó al mundo.

El contexto histórico

En plena Guerra Fría, la Unión Soviética y los Estados Unidos se disputaban la hegemonía política, económica, militar y cultural del planeta. Cada uno representaba un modelo de sociedad opuesto al otro: el socialismo y el capitalismo. Ambos buscaban demostrar su superioridad en todos los ámbitos posibles, incluso en el ajedrez.

El ajedrez era una cuestión de orgullo nacional para los soviéticos, que dominaban el campeonato mundial desde 1948. El régimen apoyaba y financiaba a sus mejores jugadores, considerados como embajadores de la ideología comunista. Spassky era el campeón vigente desde 1969, tras vencer a su compatriota Tigran Petrosian.

Fischer era un caso excepcional. Era el primer estadounidense en disputar el título mundial desde Steinitz, el primer campeón oficial. Se había formado como autodidacta, sin el apoyo de su país ni de ninguna institución. Su único objetivo era ser el mejor jugador del mundo, y para ello dedicó toda su vida al estudio y la práctica del ajedrez.

El desarrollo del match

El match se celebró en Reikiavik, la capital de Islandia, un país neutral entre las dos potencias. Se jugó al mejor de 24 partidas, con un punto por victoria y medio punto por empate. El primero en alcanzar 12,5 puntos sería el campeón. En caso de empate a 12 puntos, Spassky conservaría el título.

El match estuvo lleno de tensiones, incidentes y exigencias por parte de ambos contendientes. Fischer llegó tarde a Islandia y amenazó con no jugar si no se cumplían sus demandas económicas y logísticas. Spassky aceptó algunas concesiones para que el match se realizara, pero también protestó por el comportamiento errático y provocador de su rival.

La primera partida se jugó el 11 de julio de 1972 y terminó con una sorprendente victoria de Spassky, después de que Fischer cometiera un grave error en el medio juego. La segunda partida fue aún más dramática: Fischer no se presentó a jugar y perdió por incomparecencia, lo que le dio a Spassky una ventaja de 2-0.

Muchos pensaron que Fischer abandonaría el match, pero finalmente decidió continuar tras la intervención del secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger, que lo llamó por teléfono para animarlo. La tercera partida se jugó en una sala aparte, sin público ni cámaras, a petición de Fischer. El estadounidense ganó con brillantez y recuperó la confianza.

A partir de entonces, Fischer desplegó un juego magistral y arrollador, mientras que Spassky entró en una crisis de forma y ánimo. Fischer ganó siete partidas más y empató once, sin perder ninguna. La última partida empezó el 31 de agosto y fue aplazada luego de 40 jugadas, con una posición favorable para Fischer. Al día siguiente, Spassky se rindió por teléfono sin reanudar el juego.

Fischer ganó el match por 12,5 a 8,5 puntos, convirtiéndose en el undécimo campeón mundial de ajedrez. Su victoria fue un hito histórico, no solo por romper el dominio soviético, sino también por popularizar el ajedrez en todo el mundo. Su genio y su personalidad lo convirtieron en una leyenda del deporte.