La leyenda del jugador británico Joseph Blackburne: “la muerte negra”
Joseph Henry Blackburne fue uno de los mejores jugadores de ajedrez del siglo XIX y principios del XX. Nacido en Manchester, Inglaterra, en 1841, aprendió a jugar al ajedrez a los 19 años, y pronto se convirtió en un maestro del juego. Su estilo era agresivo y espectacular, y sus partidas estaban llenas de sacrificios y combinaciones brillantes.
Blackburne fue apodado “la muerte negra” por su capacidad para derrotar a sus rivales con las piezas negras, algo muy poco habitual en aquella época. También era famoso por su habilidad para jugar partidas simultáneas contra decenas de oponentes, a menudo a la ciega o dando ventaja de material. Su récord fue de 50 partidas simultáneas a la ciega, de las cuales ganó 35, empató 10 y perdió 5.
Pero Blackburne no solo era un gran jugador, sino también un personaje singular y carismático. Su vida estuvo marcada por la aventura, el humor y el whisky, que le acompañaba en sus viajes y exhibiciones por todo el mundo. En este artículo, vamos a repasar algunos de los momentos más destacados y curiosos de su carrera ajedrecística.
Los primeros éxitos de Blackburne
Blackburne empezó a destacar en el ajedrez en 1861, cuando ganó el campeonato de Manchester. Al año siguiente, se trasladó a Londres, donde se enfrentó a los mejores jugadores del país. En 1868, ganó el tercer torneo internacional que se celebró en Inglaterra, el Congreso Británico de Ajedrez, disputado en Dundee. Allí venció al campeón británico Howard Staunton, al que infligió una severa derrota en solo 24 movimientos.
En 1870, Blackburne participó en su primer torneo internacional fuera de Inglaterra, el Torneo de Baden-Baden, considerado como uno de los más fuertes de la historia. Allí se midió con los mejores jugadores del mundo, como Wilhelm Steinitz, Adolf Anderssen, Gustav Neumann… Blackburne quedó en segundo lugar, solo superado por Steinitz, al que derrotó en su partida individual.
En 1871, Blackburne ganó el Torneo de Londres, superando a Steinitz y Anderssen. Ese mismo año, se enfrentó a Steinitz en un match por el título mundial no oficial. El match se disputó a siete victorias, pero Blackburne solo pudo conseguir dos, mientras que Steinitz logró siete. Así pues, Blackburne perdió el match y la oportunidad de ser campeón mundial.
Blackburne fue regularmente uno de los cinco mejores jugadores del mundo entre 1871 y 1889.
Las exhibiciones simultáneas de Blackburne
A pesar de no haber conseguido el título mundial, Blackburne siguió siendo uno de los jugadores más fuertes y populares del mundo. Su principal fuente de ingresos era dar exhibiciones simultáneas por toda Europa y América. Estas exhibiciones consistían en jugar varias partidas al mismo tiempo contra diferentes oponentes, normalmente aficionados o jugadores locales.
Blackburne era un maestro de las exhibiciones simultáneas. Podía jugar hasta 50 partidas al mismo tiempo sin ver los tableros (a la ciega), o dando ventaja de material a sus rivales (por ejemplo, sin una torre o sin una dama). Sus resultados eran asombrosos: solía ganar más del 90% de las partidas que jugaba.
Pero lo que más impresionaba a sus espectadores era su forma de jugar: rápida, precisa y creativa. Blackburne no perdía el tiempo en calcular variantes complejas o buscar la mejor jugada posible. Se guiaba por su intuición y su experiencia, y buscaba siempre la iniciativa y el ataque. Sus partidas eran una fiesta para los amantes del ajedrez.
Blackburne también era un gran showman. Tenía un sentido del humor muy fino, y solía hacer comentarios ingeniosos o bromas a sus rivales o al público. Por ejemplo, cuando le preguntaban cómo podía recordar tantas partidas a la ciega, él respondía: “No las recuerdo todas, solo las que voy ganando”. O cuando le ofrecían una copa de whisky durante una exhibición, él decía: “No, gracias, no quiero emborrachar a mis rivales”.
Las anécdotas y aventuras de Blackburne
La vida de Blackburne estuvo llena de anécdotas y aventuras, que reflejan su personalidad y su carácter. Algunas de ellas son las siguientes:
- En una ocasión, Blackburne estaba jugando una partida simultánea contra un joven jugador, que le había dado jaque con la dama. Blackburne se levantó de su silla, y le dijo al joven: “Muchacho, ¿sabes lo que le pasa a la gente que me da jaque con la dama?”. El joven se quedó asustado, y Blackburne le respondió: “Pues que pierden la dama”. Y acto seguido, capturó la dama del joven con una de sus piezas.
- En otra ocasión, Blackburne estaba jugando una partida simultánea contra un jugador muy lento, que tardaba mucho en hacer sus movimientos. Blackburne se impacientó, y le dijo al jugador: “Caballero, ¿sabe usted cuánto tiempo lleva jugando esta partida?”. El jugador le respondió: “No, señor”. Y Blackburne le dijo: “Pues lleva usted jugando esta partida desde el año pasado”. Y era cierto: la partida había empezado el 31 de diciembre, y había terminado el 1 de enero.
- Blackburne estaba jugando una partida simultánea contra un jugador muy maleducado, que le insultaba y le provocaba. Blackburne se cansó, y le dio un puñetazo al jugador, que cayó al suelo. El público se escandalizó, y le recriminó a Blackburne su actitud. Blackburne se disculpó, y les dijo: “Lo siento mucho, señores. Es que este caballero me ha sacado de quicio. No volverá a pasar”. Y luego añadió: “A menos que me vuelva a insultar”.